viernes, 4 de febrero de 2011

quiero ser libre, amor

Repaso en silencio todos tus mensajes. Es tarde, muy tarde. No entiendo por qué siempre me tengo que acordar de ti a altas horas de la madrugada, es un poco cansado, ¿no crees? Tus mensajes son todos tan rutinarios que hasta me ha costado asimilar el último que me enviaste. Que “te duele” y que “sufres por mí”… Já! Dolor... ¿Y tú qué sabrás de eso? Dolor es mirarte y saber que nunca fuiste ni serás mío. Dolor es que no contestes al teléfono. Dolor es que ya no tengas que darle sólo a la tecla de re-llamada en tu móvil para hablar conmigo sino que tengas que buscarme en tu agenda de contactos como a alguien cualquiera. Dolor es que me cuentes o que yo vea como agarras a otras de la cintura y las mires como un día me miraste a mí. Eso, eso cuesta.

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